jueves, 16 de marzo de 2017

Moraleja

Probablemente no tenga sentido que te avise sobre nada, pero si hay una razón para que veas esto es porque tengo la esperanza de que lo leas en algún momento de tu vida. Como no me sobra un peso, lo único que te voy a poder dejar es el fútbol. 


Nada de lo que vivas va a ser en vano, en tanto tengas dos dedos de frente. Seguramente llegue un punto en el que no puedas echarle la culpa a nadie de lo que sos, así que si con estos renglones no te alcanza para entender porque el barro que pisamos es mierda, empezá a vivir.

Te dejo el fútbol, pero no un club. Eso elegilo vos. Lo que te voy a contar es lo que te va a pasar cada vez que juegues un partido. Porque mucho de lo que sucede adentro de la cancha te va a ocurrir en la calle, en el laburo o en un bar.

Está lleno de gente que salta a cabecear con los codos. Así que mejor, antes levantalos vos. Después siempre hay tiempo para poner excusas como las que pongo yo. ''Estaba tomando impulso''. Porque el de al lado no te va a preguntar tus intenciones, primero te va a abrir la cabeza. A nadie le importan tus intenciones. No le des más valor al otro del que te dan a vos en los hechos. Todas las palabras, incluso estas, se las lleva el viento.
No le creas a nadie que te diga que va a dar algo por vos, porque los únicos que están dispuestos a hacerlo son tus viejos y dos o tres dementes cuyo cariño vas a reconocer al instante de conocerlos. El resto es papel pintado.

Pertenezco a un grupo de personas cuyo número no podré acertar nunca, que eligió el escepticismo político como mecanismo de defensa. Antes pedíamos jugar distinto y nos ilusionábamos con ideas románticas. Ahora ponemos línea de cinco y festejamos laterales. Porque esta es la realidad, le pese a quien le pese. Si vas para adelante te pueden llenar la canasta. Más de una vez quise salir tirando caños y me comí un dancing inolvidable. Creí que se podía tener más alegrías que tristezas y de tanto masticar vidrió ya me sangra el cerebro.
Y ya no importa como te gustaría que fueran las cosas. Son lo que son y punto. En lo que hagas con eso está tu virtud. Solo vas a poder sobrevivir con dignidad en tanto no te rompan, no te quiebren y no te hagan creer que valés  lo que otros dicen que valés. Esto no es para cagones, así que te sugiero que tengas el valor de no alejarte de vos porque sos quien decide qué hacer con la pelota.

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