martes, 12 de noviembre de 2019

Yo no quiero Madrid con aguacero, ni Palermo sin ti

La última vez que escribí un texto estrictamente por placer fue hace dos años. Había ido a ver a Sabina en Neuquén. No me resulta casual que las ganas volver a poner los dedos en el teclado de esta forma surjan después de haberlo visto y escuchado, seguramente, por segunda y última vez. Ya me había sentado frente a la compu para hacerlo en estos 24 meses, pero lo que salió me pareció una reverenda mierda. Un par de textos fueron publicados y no me generan el más mínimo orgullo. Otros, afortunadamente para los ojos del mundo y para mi autoestima intelectual, están en borradores de blogger y nunca saldrán a la luz.