Soy limitado

Uno suele echarle la culpa al amor de turno, al jefe, a la familia. Pero en realidad, el problema es uno. El tema es asumirlo. Qué limitado que sos, hermano. 

Las relaciones las construimos, al menos, de a dos o más. Hay una responsabilidad compartida en cada paso que damos. Pero hay cosas que dependen de uno, que sobrepasan lo comunitario.
 Si estás pensando el alguien, el problema no lo tiene ese ''alguien'', sino vos. Es cierto que hay cosas que no medimos. Pero ¿hasta cuando voy a seguir echándole la culpa de lo que me pasa a otro?
Si estás peleado con tu familia, la culpa la tiene tu viejo, tu viejo, tu hermana y la reputa que los parió. Si el problema lo tenés en el laburo, la culpa la tienen tu jefe, tu compañero botón, tu compañero vago o el boludo del repartidor. Si el problema lo tenés con las minas, la culpa siempre las tienen ellas. Porque son putas, porque son histéricas y la marencoche.
No capo, no es así. El problemas sos vos. O sea, el problema soy yo.

El que tiene que cambiar su forma de vivir, su forma de sentir, soy yo. El que tiene que dejar de fumar un atado de 20 por día soy yo, no mi viejo. El que tiene que dejar de gastar fortunas en joda soy yo, no mi jefe. El que tiene que comportarse como una persona decente soy yo, no la piba con la que estoy.

El tema es, ¿cómo hago si yo no tengo fuerzas? ¿cómo consigo un laburo si no tengo iniciativa? ¿cómo hago para sentirme pleno, si no soy capaz de tomar decisiones que a la larga me hagan feliz?
Ahí es cuando te das cuenta que sos un limitado. No te da el marote. Tus viejos te dieron todo, tus amigos te dan todo, las minas te dieron todo, y vos no sabés aprovechar nada. Te falta agua en el tanque, te faltan jugadores para completar el once. No sabés ni lo que significa hacerle un pick and roll a la vida. No tenés ni idea de lo bien que se siente gambetear los problemas.

Algunos no paran de estrellarse el éxito y están destinados a triunfar. Yo soy un limitado que se va a volver, en breve, al lugar de donde salió.