jueves, 26 de enero de 2012

Muy Blandi sin el Chori

Histórico clásico de verano se llevó Boca en el comienzo del año futbolero. Estas fueron algunas de las razones fundamentales del 2 a 0 en Resistencia, Chaco.


34 ciudades recibieron a un Boca- River en la historia. Esta edición fue la primera en Resistencia, Chaco. Desde la organización a cargo de la prima del gobernador k, Jorge Capitanich ya habían negociado con las barras de los dos clubes para que no ocurrieran incidentes. Con lo cual, deberíamos hablar en esta crónica de lo que pasó dentro del campo de juego. No será así, pero en este caso por culpa de algunos jugadores.

Futbolísticamente Boca tambaleó los primeros minutos, ya que River salió a jugarlo con más tenacidad. Era algo previsible, si tenemos en cuenta los partidos anteriores de verano. Generó 3 situaciones claras a través de sus delanteros. Sin embargo la impericia millonaria para definir lo mantuvo al último campeón en juego. Se puso en ventaja con una muy buena jugada colectiva (qué incluye un offside de Mouche) que culminó en gol Blandi.

                          Blandi le gana a Vella en las alturas y
                           pone el primero.(Foto: La Nación)

Boca ganaba sin merecerlo. River había tenido la pelota y las chances, pero falló en los momentos clave.
Entonces, el 10 de la banda roja cayó en la trampa y tribuneó antes de jugar. Dominguez tocó de atrás a Ledesma y exajeró demasiado la protesta y Abal lo echó como correspondía. River no solo perdió un jugador, sino que se privó de 'el' jugador por una actitud muy poco profesional.

La sanción a Dominguez podría incluir partidos 
de la B nacional.(Foto: Juano Tesone, Clarín)

Luego hubo 2 momentos importantes en los que el referí flaqueó, demostrando su falta de jerarquía. Uno cuando no vio una falta clara de Vella a Mouche que se iba al gol. No sólo no sacó tarjeta, obvió la falta estando a 10 metros de la jugada. También se escondió las amarillas tras la actitud poco feliz de Cavenaghi de reprocharle a Ledesma por haber tirado un caño. Lo de Abal fue malo.

El resto del partido fue xeneixe con receta conocida. Presión en el medio y una solidez defensiva asombrosa, siempre al límite, pero efectiva. En ese quite y administración de los tiempos, Pablo Ledesma se destacó y creció en su rendimiento a partir de la diferencia numérica. Igualmente, Boca fue un equipo solidario y compacto que aprovechó al máximo sus virtudes, que no fueron demasiadas.
Ya en el segundo tiempo, de tanto jugar al límite, Roncaglia se fue expulsado por doble amarilla.

Abal le muestra correctamente la roja al 3 de Boca (Foto: La Nación)

Las entradas de Trezeguet y Cesar Gonzalez no gravitaron en el juego, River había perdido a su director de orquesta y a partir de ahí fue un concierto de bartolazos. Además, defensivamente no estuvo coordinado, con Vella y Arano cerrando muy tarde, sin proyección y Ramiro Funes Mori, que más que nunca demostró que es hermano de Rogelio. La expulsión del Chori fue como un mazaso en la frente para los de Almeyda.

              Lo abastecieron poco a Trezeguet, tocó pocas pelotas,
                         fue bien marcado. (Foto: Diario Olé)

Sin embargo, como le pasó en el apertura 2011 ante Racing, Boca no plasmó la superioridad numérica en el resultado. Hasta que la entrada de quien desde este espacio llamaremos 'la promesa de Boca', definió el partido. Se trata del jóven Juan Sanchez Miño, mediocampista por izquierda que entró a jugar de 3 tras la roja de su compañero. El manejo por izquierda con Colazo, más la frescura de Araujo derivaron en el pase a la red de Blandi, quién al igual que con Rafaela y Colón, marcó de a 2. Ese fue el broche de cierre para una noche en la que a River se le apagó la luz a raiz de la expulsión de su número 10.

                    Buen gol de Boca, el segundo de Blandi
                        cuando ya estaban 10 contra 10.

Para lo que se viene, sobre todo mirando más allá del horizonte del domingo en Mendoza, Boca puede y debe mejorar. Basicamente en camino de no depender de un error rival para ganar los partidos. Además en el caso de que no tenga la pelota deberá conservar la intensidad en la marca. Hoy el adversario tuvo 2 mano a mano y falló, pero no todos los rivales son como Funes Mori. Lo que queda claro es que Boca tiene en claro su libreto. Sabe a qué juega y tiene los jugadores para hacerlo. Su receta para ganar ha sido efectiva y sus números son contudentes.

                 Falcioni hizo jugar a Boca como el quiere. Como
                   siempre, a pura indicación(Foto: Diario Olé)

Del otro lado, la situación no es distinta a la que se venía viendo. Queda claro que las derrotas exponen las limitaciones y defectos. En referencia a eso, el más campeón en la historia del futbol nacional, también tiene una meta superior al domingo. Para lograrla deberá resolver el enorme problema que se le presenta cuando falta su número 10. Con una materia prima notoriamente superior a los equipos de la B nacional y a el 80 por ciento de los de primera, Almeyda está en la misión de encontrar otros caminos para generar juego que no lo hagan dependiente de un jugador. Y en el caso de que dependa, que no tenga actitudes como la que provocó su expulsión o como cuando llegaba el micro de River. Alejandro Dominguez le hizo gestos desde el micro a la gente de Boca cuando llegaba con su equipo a la cancha. Una actitud repudiable, que después continuó en el campo de juego.''A esta edad no me puede pasar esto'', declaró Dominguez''. Y no, la verdad, que no.

Por lo pronto, Dominguez no estará el domingo, cuando esto tenga revancha en la tierra del buen vino. Si River gana por cualquier resultado, habrá penales. El empate y el triunfo le cierran a Boca para llevarse la copa de verano.

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