viernes, 17 de octubre de 2025

Nunca fuimos al mar


Y pensar que todo nació por una pregunta que te hizo el Cali: qué onda con Rumene?

Fuimos clandestinos, amantes y novios de pandemia. 

Ganamos una Copa América, un Mundial y unos meses de amor y paz.

Fuimos a Junín, a Mendoza y a Buenos Aires. Dos veces. 

Llegamos hasta las Cataratas vendiendo sánguches de milanesa. 

Salimos a cenar, nos emborrachamos e hicimos el amor. 

Tus partidos de vóley, mis partidos de fútbol. 

Nuestras fotos enamorados. 

El día que miré a mi izquierda en la cama y, tomando un cynar, supe que no había mundo más allá de vos. 

O cuando espantado por una cena familiar, miré a mi derecha y estabas vos, radiante, dándolo sentido a todo. 

No se construyen recuerdos con cualquiera. 

Cada vez que vuelvo a cualquiera de esos jugares, ya sea física o mentalmente, el dolor es insoportable. 

Y uno de los pocos donde eso no pasa es la playa, porque nunca fuimos al mar. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario